A Emma Fuentes Sánchez
Estos versos se escribieron
antes de que fueras.
Estos versos se gestaron
en la espera feliz
que antecede a una existencia en superficie.
Eras una promesa
a la que desear suerte.
Eras
-y eres aún,
seguirás siendo-
una hermosa,
infinita página en blanco
que se despliega
en las ilusiones del mundo.
Estos versos se construyen
cada día,
para que así, ante el camino que se estrecha
o el único reflejo en el espejo,
no olvides
lo que serás siempre:
ilusión inagotable
posibilidad misma.
Tú, Emma,
centro del universo
núcleo último y precioso de la felicidad.